Es difícil saber cómo empezar esta historia, porque en realidad llegó a ser una historia (al menos para mí) y una de las más bonitas que he vivido.

Tanto tiempo ocultando un sentimiento que nunca pensé lo fuerte que era en mi corazón, más que en mi corazón: está hasta lo profundo de mi alma. Sólo quería que lo supiera y después de ello no intentaría hacer nada más. Era todo lo que quería: sacarlo de mi corazón. Pensando que tal vez cuando ella lo supiera el sentimiento se iría, como se va la ansiedad al contar un gran secreto; y hacer que el suspiro que oprimía mi pecho dejara por fin latir a mi corazón de una manera normal cada vez que la miraba pasar; quería terminar con las noches de insomnio pensando las posibilidades de la carta, de mi confesión y ser valiente.

¿Qué pasaría después? Le tenía miedo a lo que pasara después.

Te das cuenta que en realidad no pasa eso, esa verdad que se ocultaba era más grande de lo que imaginabas. ¿Cuántas veces este blog lo llené con "P.D. Estoy enamorada"?... Enamorada. ¿Cuántas veces dije que los domingos eran mis días favoritos? Todo lo que hablé de ella sin conocerla. No era una obsesión, un capricho o curiosidad. No fue pasajero tampoco. De verdad es amor... aunque a veces quisiera que no lo fuera.

En todo este tiempo llegué a escribirle cinco cartas. La primera, aún me veo a mí misma con la ansiedad en mis manos, tratando de escribir de la manera más legible y coherente, tratando de decirle de la manera más humilde lo que me provocaba en el alma con mirarla pasar. Esa carta no sé dónde quedó, de hecho hasta olvidé que la había escrito.

La segunda carta sigue en mis manos con fecha del 8 de agosto del 2012 (y ahora, sabiendo muchas cosas, agradezco no haber entregado la carta en ese tiempo, no era tiempo (nunca será un buen tiempo)).

La tercer carta, pensando que era la segunda que le escribía, también fue escrita con la misma ansiedad que la primera, con el mismo nerviosismo proyectado en mis manos, no conseguí que mi letra fuera muy legible. Intenté no escribir tanto... sólo quería decirle "Me gustas"... y terminé intentando explicarle el porqué... y digo que lo intenté, porque no lo conseguí, y seguí sin hacerlo en todo este tiempo.

¿Cómo tratar de explicar algo que ni siquiera tú entiendes con claridad? Nunca se puede intentar explicarlo con palabras escritas. Pero una carta era mi principal paso hacia ella y la única posibilidad de poder contárselo.

Y un domingo (como muy pocos) iba pasando, embriagando todos mis sentidos. Sólo iba pasando; sin mirarme, sin saber que yo existía... sin saber que los domingos eran mis días favoritos porque esperaba con ansias mirarla pasar, no importaba que fueran sólo segundos, con eso me bastaba.

Un domingo...

Aún recuerdo la expresión de su rostro cuando recibió la carta... y sus ojos ^-^ ...hubieran visto sus ojos tan hermosos. Yo no entregué la carta, no podía siquiera respirar de sólo pensarlo... no podía acercarme a ella. Pero la miré a lo lejos... recibió mi carta.

Quisiera describirles lo que sentí, el nerviosismo de mi corazón y el miedo que sentía en ese momento, fue mayor que todo lo que había sentido antes en mi vida.

Por fin lo iba a saber, por fin ese "Me gustas" envuelto en mil palabras lo verían sus ojos. Desde entonces este amor ya no fue un secreto para ella. Ya nada fue un misterio para mí.

Han sabido el antes de ella y ahora sabrán el después de aquella carta. No ha tenido un final feliz, pero muy en el fondo espero, y deseo, que todavía no sea el final y que después haya algo más que contar, algo lindo que contar.

Hoy, hace un año, mi amor por ella dejó de ser secreto, en silencio... y supe que sólo se quedaría en lo imposible. Lo que no sé, de mi parte, cuánto durara el sentimiento... lo que sé, de su parte, por ahora, que decidió alejarme de su vida.

Sólo sé que el sentimiento que nació hace mucho tiempo por ella... es verdad.

P.D. Fue muy hermoso.